La Federación Minera de Chile lamenta profundamente el trágico accidente ocurrido en la mina Jesús María, ubicada 10 kilómetros al suroeste de la ciudad de Copiapó, donde tres compañeros mineros perdieron la vida mientras realizaban sus labores. Enviamos nuestras más sentidas condolencias a sus familias, amigos y colegas, compartiendo su dolor en este difícil momento.
Cada trabajador que ingresa a una mina lo hace con la esperanza de regresar sano y salvo a su hogar. Sin embargo, una vez más, nos encontramos enfrentando una tragedia que nos recuerda que la seguridad en el trabajo y la fiscalización son fundamentales en un rubro tan sacrificado como el nuestro.
Este no es un hecho aislado. Hace casi 15 años, en esta misma región, 33 mineros quedaron atrapados en la mina San José por el incumplimiento de normas básicas de seguridad. Aunque aquella historia tuvo un desenlace distinto, lo ocurrido entonces no debió repetirse jamás.
Como Federación creemos importante recordar que Chile, durante el 2024, incorporó el Convenio 176 de la OIT en su marco legal. Este acuerdo, que establece estándares internacionales de seguridad para la minería, es claro: toda faena debe contar con salidas de emergencia adecuadas, planes de evacuación efectivos y condiciones de trabajo seguras para sus trabajadores.
Sobre esto, vemos con preocupación que, pese a que este tratado internacional entra en completa vigencia a mediados de este 2025, todavía existen empresas que no han actualizado sus instalaciones y protocolos para cumplir con el espíritu del Convenio 176, lo que debiese ser supervisado por las autoridades a cargo de esta materia.
Como Federación Minera de Chile exigimos que se investiguen las causas de este accidente y que se establezcan responsabilidades claras. No podemos seguir lamentando la pérdida de compañeros por situaciones que debieron evitarse. Siendo un país cuya principal fuente de ingresos deviene del trabajo minero, es inaceptable que existan faenas que operen sin cumplir con protocolos básicos, y que solo cuando ocurre una tragedia se hable de la seguridad laboral.
No queremos más discursos de buenas intenciones ni promesas tras cada accidente. Queremos medidas concretas, que se cumpla con los reglamentos y que exista un compromiso empresarial real con la vida de cada trabajador minero.
Hoy despedimos con pesar a tres trabajadores mineros. Que su partida no sea en vano. Que su recuerdo nos impulse a seguir exigiendo condiciones dignas y seguras para todos.
¡Ni una vida más! Por una minería segura para todas y todos.