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Ya se cumple casi un mes desde la entrada en vigencia de la nueva Ley N°21.643, más conocida como Ley Karin. El pasado 1 de agosto, bajo el eslogan “Ley Karin: ¡No es talla, es ley!”, autoridades de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y del gobierno, miembros del Congreso, representantes del empresariado y asociaciones sindicales se reunieron en el Centro de Extensión UC para dar el vamos oficial a esta nueva regulación que busca prevenir, investigar y sancionar el abuso y la violencia laboral.

El énfasis de la ceremonia, en la que dijo presente la Federación Minera de Chile (FMC), estuvo puesto en las oportunidades y posibilidades que este nuevo cuerpo legal trae consigo, enfocándose en el cambio cultural por sobre los castigos y sanciones en caso de incurrir en estas conductas abusivas y que, a día de hoy, ya son consideradas ilegales.

En el acto, la ministra del Trabajo y Previsión Social, Jeanette Jara, hizo alusión a que esta ley busca cumplir con los tratados suscritos con la OIT, acuerdo en los que la FMC trabajó activamente. “La Ley Karin es el primer instrumento que viene a constituirse como una expresión concreta del Convenio 190 y lo que busca es proteger y prevenir a todas las personas trabajadoras y en particular a las mujeres”, indicó Jara.

Desdramatizando la Ley Karin

El momento más relevante de aquella jornada estuvo marcado por la presentación de Roxana Muñoz Molina, abogada experta en Derecho del Trabajo y Seguridad Social, quien realizó una charla magistral sobre los detalles contenidos en la Ley Karin y sobre cómo desarrollar espacios laborales más seguros y respetuosos.

De manera simple y divertida, Muñoz desdramatizó las exigencias que imponen estas modificaciones al Código del Trabajo y al sector público, aterrizando los contenidos de la Ley N°21.643 y la pertinencia que deben tener los reglamentos según cada rubro o sector. “¿A una universidad le va a servir el protocolo de un colegio? No, no le va a servir. Entonces, este protocolo lo vamos a adaptar como un traje de sastre, a la medida de la realidad”, clarificó.

El vicepresidente Zona II de la Federación Minera de Chile, Juan Álvarez, estuvo entre los invitados a la puesta en marcha de la Ley Karin. Álvarez relevó el evento a un hecho histórico al significar un cambio de paradigma en la cultura laboral, recordando además que estas modificaciones al Código del Trabajo son para todos y no únicamente para las mujeres como muchos creen.

“Esto viene a impulsar el tema de defender los derechos y las igualdades de las personas en sus lugares de trabajo, que muchas veces se ven vulnerados producto del acoso, una de las cosas que más escondidas está dentro de la relación laboral y los ambientes de trabajo”, apuntó.

En tanto, Giorgio Boccardo, subsecretario del Trabajo, puso el foco en generar espacios laborales más sanos y en la prevención, sin olvidar que es un proceso diferente para cada rubro. “Evidentemente que hay lugares laborales donde, quizás por sus características históricas, este tipo de prácticas están más arraigadas, pero creemos que también es una oportunidad para que revisemos esas cuestiones”, reflexionó.

Preocupación por los protocolos en minería

Aunque la ley está vigente, Álvarez expresó preocupación por el hecho de que un 90% de las grandes mineras aún no han desarrollado los protocolos necesarios. “Es una preocupación que como dirigentes tenemos y que estamos trabajando en ello para que pronto podamos ver la luz y los trabajadores se sientan también protegidos y no vulnerados”, afirmó.

El vicepresidente Zona II subrayó la importancia de que los trabajadores participen en la elaboración de estos protocolos. Según él, esto garantizaría que la Ley Karin sea justa y efectiva. Las sanciones deben ser proporcionales al daño causado y ajustadas a los contextos correctos, para evitar que la ley sea utilizada para vendettas personales o persecuciones sindicales.

“Si una denuncia resulta ser infundada, el denunciante debería enfrentar algún tipo de responsabilidad o sanción. Esto, aunque no está en la ley, podría incluirse en los protocolos”, aseguró.

Roxana Muñoz intentó calmar las preocupaciones al señalar que existen medidas de protección para ambas partes involucradas: “Dentro de las medidas de resguardo se incluyen la separación de espacios físicos, cambios de turno, teletrabajo o, mientras dure la investigación, el trabajador podría ir a casa con goce de sueldo”.

Finalmente, el dirigente mostró reservas sobre cómo las empresas podrían manejar estos cambios bajo la Ley Karin. En su opinión, las mineras entregarán toda la investigación a recursos humanos, a pesar de que el protocolo establecido por la Superintendencia de Seguridad Social requiere personal calificado para estos procesos.