Este lunes 17 de marzo se llevó a cabo una sesión especial de la Mesa Mujer y Minería 2025, instancia que reunió a autoridades, empresas y representantes sindicales para celebrar los avances en equidad de género dentro de la industria. La actividad fue encabezada por la ministra de Minería, Aurora Williams, junto a sus pares del Trabajo, Jeannette Jara; de la Mujer y Equidad de Género, Antonia Orellana; y de Obras Públicas, Jessica López, además de la presencia de la ex presidenta, Michelle Bachelet.
Si bien la jornada incluyó la entrega de los premios del concurso “Buenas prácticas de equidad e inclusión en la industria minera”, la cita estuvo marcada por las cifras logradas por la industria: la participación femenina en el sector minero de Chile representa un 21%, según las cifras de la herramienta de Monitoreo de Indicadores de Género de Alianza CCM-Eleva, lo que posiciona a nuestro país como el segundo con más mujeres en la industria a nivel mundial, solo detrás de Australia. Este crecimiento representa un avance significativo considerando que en 2018 la presencia de mujeres en minería era de apenas un 8%.
En el evento, Juan Álvarez, vicepresidente Zona II de la Federación Minera de Chile y miembro de la Mesa, valoró el trabajo de la mesa en estos diez años y destacó la incorporación de más mujeres tanto en el sector como en los espacios de representación sindical. No obstante, las autoridades y participantes coincidieron en que aún existen importantes desafíos en inclusión laboral, equidad salarial y acceso a puestos de liderazgo dentro de la industria.
Un avance sostenido, pero con desafíos pendientes
Tras el evento, la ministra de Minería, Aurora Williams, destacó la importancia de la Mesa Mujer y Minería, que este 2025 cumple una década impulsando la equidad de género en el sector, avalado por las cifras que maneja el Ejecutivo. “Hemos llegado a un 21,8% de participación de mujeres, pero no solo desde el punto de vista de incluirlas, sino que, además, de hacer que estas se desarrollen”, señaló.
Por su parte, la ministra del Trabajo, Jeannette Jara, subrayó que, si bien la cifra de participación ha crecido de manera significativa desde el 8% registrado en 2018, aún persisten brechas. “Chile es el segundo país mundialmente después de Australia con mayor participación femenina en minería, pero aún tenemos un gran potencial de crecimiento. Es clave que ninguna mujer sienta que su género o su origen social le impiden desarrollarse en esta industria”, afirmó.
En tanto, Juan Álvarez valoró los avances en esta materia y reafirmó el compromiso de las orgánicas obreras con la equidad. “Estamos orgullosos de haber sido parte de esta mesa durante tantos años. Así como ha crecido la presencia femenina en minería, también en sindicatos y federaciones hemos incorporado mujeres y por primera vez tenemos una mujer en nuestra directiva federal, la compañera Beatriz Torres de Quebrada Blanca”, destacó.
Brechas en inclusión y equidad laboral
A pesar de los avances, la ministra Antonia Orellana recordó que aún hay desafíos pendientes, especialmente en la equidad salarial y el acceso a puestos de liderazgo. “Cuando ingresan más mujeres a la minería, también aumenta la productividad y el clima laboral, pero debemos seguir trabajando en directorios paritarios, educación técnico-profesional y el fortalecimiento de las políticas de prevención de violencia y acoso”, expresó.
En relación a esto, el vicepresidente Zona II de la FMC resaltó la importancia de garantizar igualdad de condiciones en todas las áreas del sector. “No basta con sumar mujeres a la industria, necesitamos que se generen las condiciones para su desarrollo real y equitativo en faenas, en espacios de toma de decisiones y en todas las estructuras de la minería”, concluyó.
Si bien la participación femenina en minería ha crecido de manera sostenida en los últimos años, aún persisten desafíos en equidad laboral, acceso a cargos directivos y mejora de condiciones para las trabajadoras. Por todo esto, la Mesa Mujer y Minería seguirá trabajando en estos temas, promoviendo políticas de inclusión y equidad que permitan consolidar estos avances y proyectar un futuro en el que la presencia de mujeres en la industria no solo aumente en cifras, sino también en oportunidades reales de desarrollo y liderazgo.