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A raíz de las recientes huelgas en Escondida y Caserones -ambas con resultado favorable para los intereses de los trabajadores-, el pasado viernes 23, el presidente de la Federación Minera de Chile, Felipe Román, concedió una entrevista al programa Clave Morse de Radio La Clave. En el espacio, especializado en economía y conducido por el periodista Daniel Fajardo, el dirigente analizó el acontecer noticioso en minería y los temas más relevantes para la industria.

Román aprovechó la instancia para conversar sobre la realidad y el futuro de los mineros en diferentes temas como son: las negociaciones colectivas del sector, los cambios en la industria a raíz de la automatización, la imagen pública del minero y el rol sindical y político que mantiene la FMC, poniendo el énfasis en cómo los altos niveles de sindicalización permiten que la minería pueda empujar temas relevantes en la agenda pública.

El presidente de la Federación explicó que los altos niveles de organización sindical les han otorgado una significancia que ha permitido influir no solo en su rubro, sino que en el devenir de todos los trabajadores del país. Esto porque la Federación Minera de Chile ha sido pieza clave en el avance sobre diferentes materias legales y políticas públicas del país, como son el Convenio 176 de la OIT, la Ley de las 40 Horas aplicadas a la minería o la Ley Karin.

La minería como ejemplo de organización

La sindicalización es clave para el avance de los derechos laborales. Ese fue el concepto central de la conversación de Román con Fajardo, en la cual comentó que, en el caso de la minería, la tasa de sindicalización alcanza un 100% promedio, mientras que en el resto de las industrias y ocupaciones del país se encuentra en torno apenas al 20%.

“Eso nos da un poder de ordenamiento, un poder de gestión un poquito más amplio y más rápido, que hace sentarnos frente al gobierno y la autoridad empresarial con una alta tasa de representatividad y poder abordar temas que sean de consenso de todos”, aclaró.

Si bien los mineros han podido lograr grandes avances gracias a este alto poder de negociación, Román reconoce que “hay cosas que no vamos a llegar a consenso” con el sector empresarial, por lo que han sido astutos en escoger temas relevantes para ambas partes y así poder seguir avanzando.

Este alto poder de negociación les permitió conformar el Consejo Superior Laboral (CSL) de minería, instancia tripartita en la que trabajadores, autoridades y empresarios dialogan sobre el devenir de la industria, poniendo a Chile en el centro del debate. En esta instancia, la próxima bandera que enarbolará la federación, adelanta Román, será la negociación ramal.

Negociación ramal, la próxima lucha

Aunque el modelo actual de negociaciones entre empresas y trabajadores ha tenido buenos resultados para los mineros, la FMC busca apuntar más alto y quiere lograr la negociación ramal en Chile, emulando así a países desarrollados como Austria, Bélgica, Francia o Suecia, quienes cuentan con esta herramienta en sus legislaciones.

La negociacíón ramal, multinivel o sectorial es un modelo de relación laboral que permite establecer pisos mínimos salariales, además de estandarizar los niveles de seguridad y salud en los espacios de trabajo. A diferencia del modelo actual, dónde cada sindicato negocia directamente con su empresa, el cambio a esta práctica obligaría a que cada “rama” negocie las condiciones para todo el sector, avanzando hacia una mayor equitatividad y eficiencia.

Para Felipe Román este punto es de gran interés para futuros debates en el Consejo Superior Laboral. Otra razón que empuja a la FMC a luchar por la ramal es la disimilitud que existe en cuanto a los protocolos para el acceso a puestos de trabajo en minería, tema que se podría resolver bajo este enfoque.

“Cada empresa tiene sus propias políticas, lo que hace difícil la contratación, la recirculación de trabajadores y también un tema de productividad porque los procesos para poder pasar cursos y poder ser capacitado con las políticas internas de cada minera, hace que un trabajador se demore entre dos semanas a un mes para ser insertado en su puesto de trabajo,dificultando el ingreso a la fuente de trabajo”, aclara.

Mira acá la entrevista completa en Radio La Clave: